El rey Juan Carlos y el jefe del Estado húngaro -presidente del Consejo Presidencial-, Miklos Németh, coincidieron ayer en Budapest, durante la primera visita en la historia que un jefe de Estado español realiza a este país, en, mostrar su «esperanza» ante el momento de cambio que atraviesan las relaciones internacionales. Németh dedicó casi la mitad de su discurso, en el brindis, inmediatamente antes de comenzar la cena oficial, en mostrarse abiertamente partidario con lo que llamó «cambios trascendentales ocurridos en la Unión Soviética».

Don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados por el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Femández Ordófiez, y su esposa, llegaron ayer sobre las 11.30 a Budapest para una visita de dos días y medio de duración que se prolongará con el viaje a Checoslovaquia a partir de mañana, miércoles.La llegada de los Reyes a Budapest coincide con el décimo aniversario del establecimiento de relaciones plenas entre ambos países y se desarrolló durante la primera jornada en un clima de abierta cordialidad.

Don Juan Carlos depositó una corona en el monumento a los héroes húngaros a las 2.451 y de allí acudió al Palacio del Parlamento, donde mantuvo un encuentro con el presidente, Németh. Poco después de las cuatro de la tarde, István Sarlós, presidente del Parlamento, y Karoly Grósz, presidente del Consejo de Ministros, visitaron a don Juan Carlos en su residencia. Groósz, nombrado apenas hace quince días y firme candidato a suceder a Janos Kadar, causó especial impacto en la delegación española. Fuentes diplomáticas informaron que en los contactos con los dirigente húngaros se ha insistido en su determinación irrevocable de llevar a cabo reformas económicas en profundidad. Se supo que incluso en algún momento admitieron la posibilidad del paro que pudieran generar esas reformas y que se muestran satisfechos de que la Unión Soviética haya iniciado que ellos preconizaron hace tiempo.

Durante todo este intervalo de visitas, la reina Sofía acudió a la casa museo del gran músico húngaro Bela Bartok, donde tuvo ocasión de escuchar un concierto. Los Reyes en su primer día de estancia recibieron en la embajada española a la colonia de nuestro país en Hungría.

Sin duda, lo más significativo de la jornada estuvo en los discursos pronunciados durante los brindis, antes de la cena oficial. El presidente Németh dedicó casi la mitad de su intervención a subrayar los cambios que se atisban en las relaciones internacionales, y llegó incluso a concretar: «Según nuestra apreciación, aumenta la posibilidad de que se produzca un acuerdo soviético- americano sobre la reducción en un 50% de las armas estratégicas».

Después habló de los «cambios trascendentales» en el bloque soviético y de la nueva concepción surgida en política de seguridad, para mostrarse abiertamente partidario de toda la reforma al calificar a su país como «muy abierto», «dentro de su sistema de alianza»,

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Inmediatamente antes, Németh hizo un llamamiento para intensificar las relaciones entre ambos países, admitiendo que nuestras relaciones económicas no reflejan debidamente el desarrollo alcanzado por los dos países».

El rey Juan Carlos, después de un recordatorio histórico en tomo a los lazos que han unido a los dos países hizo un llamamiento para que Hungría acuda a la Exposición Universal de Sevilla en 1992, por lo que significa de recordatorio en la apertura de «una nueva era en la historia de la humanidad».

El Rey subrayó ante las autoridades húngaras el sistema de libertades democráticas que se ha dado el pueblo español a través de la Constitución.