El Banco Bilbao Vizcaya Argentaria (BBVA), en una muestra más de la política agresiva que acaba de instaurar, dio ayer un nuevo golpe de mano. Anunció la fusión de su filial en México (BBV-Probursa) con Bancomer, la segunda entidad financiera mexicana para crear la primera del país y una de las principales de Latinoamérica, sólo superada por los grandes bancos brasileños.El grupo bancario que presiden Emilio Ybarra y Francisco González tendrá el 23% de la entidad, que se llamará BBVA-Bancomer, en una primera fase. Posteriormente se elevará al 40%. Esta operación supone una inversión de 200.000 millones de pesetas. Los socios del BBVA serán el grupo Monterrey y el Bank of Montreal, que se quedarán con el 20% del capital cada uno tras la primera ampliación.

El nuevo banco tendrá unos activos totales de 36.000 millones de dólares (6,26 billones de pesetas), una cartera crediticia de 25.000 millones de dólares (4,3 billones de pesetas) y unos depósitos de clientes de 26.000 millones de dólares (4,5 billones de pesetas). Ello supone que la entidad que acaba de ver la luz controlará el 26% del mercado mexicano. El grupo contará con 1.994 sucursales y una plantilla próxima a 32.000 personas.

Consejo urgente

La suma agregada de los beneficios atribuidos de las entidades que se van a fusionar asciende a 421 millones de dólares (73.200 millones de pesetas) en 1999.

Las negociaciones entre el grupo español y el mexicano, que han sido tuteladas directamente por Emilio Ybarra, han durado varios meses. Sin embargo, el remate ha sido fulminante. Ayer, los consejeros del BBVA fueron convocados de urgencia a una reunión en Madrid. El encuentro empezó a las siete de la tarde, con una ausencia notable, la de Pedro Luis Uriarte, vicepresidente y consejero delegado. A esa hora, Uriarte estaba dándole el último retoque a la operación en México.

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La reunión del consejo de adminitración del BBVA se prolongó durante tres horas. A su térmimo, la fusión tenía todos los parabienes. La operación se articulará técnicamente de la siguiente manera:

– El BBVA realizará una ampliación de capital de 600 millones de dólares en BBV-Probursa. Una vez efectuada la ampliación, BBV-Probursa se fusionará con Bancomer, lo que permitirá al grupo español controlar el 23% de la nueva entidad, así como su gestión.

– El BBVA suscribirá, posteriormente, una emisión de bonos de 600 millones de dólares, convertibles obligatoriamente a lo largo de los años 2002, 2003 y 2004. La conversión, que se hará a precios de mercado en el momento de ejercicio de la misma, elevará la participación del BBVA en el nuevo grupo a niveles cercanos del 30%.

– El BBVA adquirirá un 10% adicional del nuevo grupo al Estado mexicano y al Bank of Montreal. Ello quiere decir que al término de la operación, el grupo español tendrá el 40% del mexicano.

El consejo de administración de la nueva entidad estará compuesto por 15 miembros, ocho de los cuales serán designados por el grupo español. El presidente será Ricardo Guajardo, del grupo Monterrey. El consejero delegado será Vitalino Navafría, español, que ya ocupa ese puesto en BBV-Probursa. Además, el cuadro directivo se completará con tres vicepresidentes: José Domingo Ampuero, José Madariaga y Juan Carlos Branif, yerno del presidente del grupo Monterrey, Eugenio Garza.

La operación anunciada ayer no sólo refuerza notablemente la posición del BBVA en el negocio puramente bancario, sino que apuntala uno de los negocios más queridos por el BBVA en Latinoamérica: las pensiones.

La fusión conlleva la entrada en el grupo BBVA de la filial de pensiones de Bancomer. Afore Bancomer es la mayor gestora de pensiones de México con una cuota de mercado superior al 23% y 2,5 millones de afiliados. Con esta incorporación, el BBVA asienta su posición de líder del mercado latinoamericano de pensiones, con una cuota de mercado en toda la región superior al 30%.

El BBVA-Bancomer también contará con Seguros Bancomer, la primera compañía del segmento de bancaseguros en el mercado mexicano.

Junta, el 17 de abril

Los acuerdos del consejo de administración que celebró ayer el BBVA no se limitaron a la operación mexicano. También se fijó la convocatoria de una junta general de accionistas para el próximo 17 de abril, en la que se someterá a aprobación ampliaciones para abordar inversiones previstas en el acuerdo con Telefónica.

El orden del día de la junta consta de 18 puntos. Los más destacados son los siguientes:

– Ampliaciones de capital. La junta deberá aprobar una doble ampliación de capital por un máximo de 220.000 acciones. A precios actuales de mercado, esa ampliación vale 550.000 millones de pesetas. El objetivo de esta ampliación de capital no sólo es cubrir la inversión destinada a la fusión con Bancomer. El resto se destinará a desarrollar los proyectos que se derivan del amplio acuerdo suscrito recientemente con Telefónica.

– Retribución al accionista. El consejo decidió someter a la aprobación de la junta del 17 de abril uan reducion de capital mediante la disminución del valor nominal de las acciones en 0,03 euros (4,991 pesetas) por acción. «Esta reducción», señala el banco en la convocatoria de la junta, «se encuadra entre las medidas propuestas para maximizar la rentabilidad de los accionistas del banco, ya anunciadas en el mes de noviembre del pasado año».

– Banca Catalana y Banco Alicante. Los accionistas aprobarán la integración de Banca Catalana y Banco Alicante en el BBVA.

– Aprobación de cuentas. La junta general de accionistas también ha de aprobar las cuentas separadas del BBV y de Argentaria correspondientes a 1999.