Los reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, decidieron interrumpir su estancia en Estados Unidos y cancelar un almuerzo previsto para hoy en la Casa Blanca con el presidente Ronald Reagan, así como un fin de semana de esquí en Colorado loara emprender viaje de regreso a Madrid debido al trágico accidente aéreo ocurrido en el aeropuerto de Barajas. El rey Juan Carlos expresó su pesar a las familias de las víctimas al término del discurso pronunciado en la Universidad de Nueva York, con motivo de la fundación de la cátedra Juan Carlos I, de lengua y cultura española, y recibir el título de doctor honorario en Derecho. En su alocución el Rey de España resaltó también la importancia del Derecho en la historia de la humanidad.

«Tan solo enturbia hoy la satisfacción que experimento en este acto», dijo el Rey al auditorio universitario, «la noticia del accidente sufrido esta mañana en el aeropuerto de Barajas por dos aviones españoles que ha ocasionado numerosas víctimas y llevado el dolor a muchas familias». «A todos», concluyó el Rey, «mi emocionado sentimiento de pésame». Inmediatamente después de conocerse la noticia del accidente, el Rey fue informado en el hotel neoyorquino donde se alojó. La primera medida fue decidir la anulación de la etapa privada del viaje real, que, a invitación del gobernador del estado de Colorado, debía realizar el Rey con un fin de semana en la estación de esquí de Aspen. A medida que fue conociéndose la dimensión del accidente de Barajas, el Rey comunicó a la Casa Blanca, en Washington, la cancelación de la invitación de una entrevista y almuerzo privado, prevista para hoy con el presidente de Estados Unidos, Ronald Reagan, y su esposa, Nancy. El Monarca decidió regresar anoche en el avión real de las Fuerzas Aéreas españolas. La llegada a Madrid está prevista para la mañana de hoy.

Un pilar fundamental de la humanidad

La entrevista entre Reagan y Juan Carlos tenía carácter privado, a pesar del alto significado político del encuentro, aunque en estos momentos no hay ningún contencioso, en las, relaciones bilaterales entre el Gobierno sociatista español y la Administración conservadora del presidente Reagan, de excepto en el tradicional déficit para España en materia de intercambios comerciales. Vestido con la toga de doctor, con los colores morado y ribetes negros, símbolo de la Universidad cede Nueva York, el rey Juan Carlos hizo una defensa de los valores del Derecho, hablando ante un auditorio de unas 2.000 personas, en el patio interior de la biblioteca de la Universidad de Nueva York, totalmente lleno de personalidades de la vida académica y social neoyorquina y estudiantes de Derecho.

«Las ciencias jurídicas», declaró el Rey, «tienen una incidencia fundamental en la vida de los ciudadanos y en el progreso de la comunidad internacional. Es, ha sido y será el Derecho uno de los pilares fundamentales de la humanidad». «La Monarquía española, de la que soy heredero y continuador», añadió el rey Juan Carlos, «ha sido protectora e impulsora del estudio del progreso del Derecho».

El Rey de España recordó que Ia Corona siempre cumplió el papel de protectora de los sectores más débiles y menos favorecidos de la sociedad frente a los abusos y a la fuerza de los poderosos». Señaló el rey Juan Carlos que España creó las primeras universidades del Nuevo Mundo y que «algunas de tierras que forman hoy parte de Estados Unidos mantienen entre sus leyes y costumbres muchos preceptos de origen español».

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Afirmó también el Rey Juan Carlos «la experiencia reciente del desarrollo de la democracia en España, a través de un marco jurídico a la vez receptor e impulsor del cambio, con la mayor garantía de nuestra convivencia».

Reconociendo los avances de la técnica y la interrelación cada vez mayor entre países, el rey Juan Carlos destacó que el Derecho debe adaptarse a estos avances «sin olvidar el fin último del Derecho y humanizar, al máximo nivel posible, la vida cotidiana». «Por ello», continuó el Rey, «el futuro del Derecho en Estados Unidos no es una materia ajena al resto de las naciones». Concluyó con un voto de confianza hacia la prestigiosa Universidad de Nueva York, «que ocupa un lugar muy destacado en la defensa de los valores democráticos, cuenta en ustedes con un grupo selecto de estudiosos, capaces, sin duda, de contribuir a configurar con su trabajo un mundo mejor».

El Rey fue presentado ante el auditorio por el presidente de la Universidad de Nueva York, John Brademas, hispanista que versó su tesis doctoral en los movimientos revolucionarios en España, quien destacó la figura del Monarca español como «defensor del Derecho y la democracia». Brademas hizo un breve historial de la Universidad de Nueva York, puntualizando la importancia que tendrá la creación de la nueva cátedra Rey Juan Carlos I, de enseñanza de la lengua y cultura españolas, en un país como Estados Unidos, con más de 15 millones de hispanoparlantes, de los cuales un millón y medio residen en el área neoyorquina. Brademas saludó la presencia en el acto del ministro de Cultura, Javier Solana, y del alcalde de Barcelona, Pasqual Maragall, recordando la reciente fundación en la misma universidad neoyorquina, en cooperación con la Universidad Autónoma de Barcelona, de un programa de estudios de lengua y cultura catalana.

Para el ministro español de Cultura, Solana, los actos de la Universidad de Nueva York, en homenaje al rey Juan Carlos, junto a la creación de una cátedra de español «es un hecho muy emotivo, que contribuye a consolidar los lazos culturales entre España y Estados Unidos».