El largo recorrido a pie por las calles de La Habana vieja del rey Juan Carlos y del presidente del Gobierno, José María Aznar, durante el que visitarán el Centro Cultural de España, situado en el Malecón, y la «discreta» entrevista que Aznar concederá a disidentes cubanos convertirán su estancia en La Habana, con motivo de la IX Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno, en una visita casi oficial a Cuba. El Rey y el presidente del Gobierno adelantaron su llegada a Cuba al domingo 14 para tener una agenda más libre antes de que comiencen, el martes 16, los trabajos de la cumbre.
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Aunque no hay formalmente una visita oficial del rey Juan Carlos y de Aznar a Cuba -el presidente del Gobierno considera que no se dan las condiciones políticas adecuadas-, el programa del lunes día 15 contiene actos propios de las visitas oficiales como son el paseo por La Habana, la inauguración del Centro Cultural de España, la entrevista de Aznar con miembros de la oposición -el rey recibirá a esa misma hora al cardenal arzobispo de La Habana, monseñor Jaime Ortega- o la multitudinaria recepción a la colonia española en el hotel Habana Libre que, el martes 16, cerrará la estancia de los Reyes en Cuba.La llegada del Rey a Cuba el domingo 14 obligó al presidente del Gobierno a adelantar su presencia en La Habana para recibirle en el aeropuerto como es protocolario. En un principio, Aznar tenía previsto llegar a la capital cubana el lunes 15 procedente de Honduras, adonde viajará en visita oficial el próximo viernes.
No se descarta que el presidente cubano, Fidel Castro, se reúna ese mismo domingo con el rey Juan Carlos. El lunes 15, como ya es tradicional en otras cumbres, almorzará con el presidente de México, Ernesto Zedillo. Aunque los trabajos de la IXCumbre Iberoamericana se inician y concluyen el martes 16, el programa oficial comienza el lunes por la tarde con la inauguración de la Escuela Latinoamericana de Medicina, un acto al que están invitadas todas las delegaciones, previa a la cena de gala que Castro ofrece en el Palacio de la Revolución.
Papel de España
España acude a la cumbre de La Habana con deliberada discreción, pese a ser el gran animador diplomático de estos encuentros y a que su presencia económica en el continente americano no ha dejado de crecer en los últimos años.Con una inversión que alcanza los 45.000 millones de dólares, tras el control de Repsol de la petrolera argentina YPF, España es el primer inversor europeo en Latinoamérica. Endesa, que se ha convertido en el quinto grupo eléctrico mundial; Repsol, la octava en el sector petrolero; Telefónica; los bancos Santander (BSCH) y Bilbao (BBVA) tras su fusión con Argetaria, son la punta de lanza de una presencia económica que se extiende por todos los sectores estratégicos.Pese a esa deliberada discreción diplomática, que ayuda a resaltar el carácter multilateral de la Comunidad Iberoamericana, la diplomacia española conseguirá en La Habana institucionalizar las cumbres con la apertura en Madrid de una secretaría permanente de Cooperación Iberoamericana. Ése será el primer paso para espaciar la celebración de las cumbres -se habla de celebrarlas cada dos años- cuando concluya el ciclo de cumbres programadas: en Panamá, en el 2000, Perú al año siguiente y Santo Domingo en el 2002.