Los reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, inician hoy en Roma una visita oficial a Italia de tres días de duración, invitados por el presidente de esta República, Sandro Pertini. Este es el primer viaje oficial del Jefe del Estado español después del intento de golpe de Estado, el pasado día 23 de febrero, en el que don Juan Carlos desempeñó un papel definitivo en la denuncia y ruptura de la conspiración en favor de la democracia.

Las negociaciones para el ingreso de España en la Comunidad Económica Europea (CEE), el propósito del Gobierno de incorporar la Península Ibérica a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y la tensión existente en las relaciones Madrid-Vaticano ante la ley del Divorcio, el problema terrorista del País Vasco y la próxima visita del papa Juan Pablo II a España. serán los temas políticos que enmarcarán el paso de los Reyes de España por la capital italiana, lugar de nacimiento de don Juan Carlos y ciudad que acogerá con cariño y simpatía a los Monarcas, cuyo prestigio político y humano se ha visto seriamente aumentado en estas latitudes tras el intento de pronunciamiento militar acaecido en Madrid.Las relaciones hispano-italianas discurren sin problemas desde la restauración de la democracia en la Península Ibérica; no existen contenciosos bilaterales entre ambas naciones mediterráneas y sí una cooperación política, cultural y económica que tiene importantes perspectivas con la candidatura de España al ingreso en la CEE. En el plano personal destaca la buena impresión que produjo el presidente Pertini en su visita oficial a España en la pasada primavera. Se puede afirmar que Pertini fue el único visitante oficial a España que consiguió conectar con el pueblo español y ganar su simpatía.

OTAN, CEE y Vaticano

El ministro español de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, conversará mañana en Roma con su homólogo italiano, Arnaldo Forlani. El tema de las negociaciones hispano-comunitarias surgirá en este diálogo. Madrid quiere garantías de que, tras las elecciones presidenciales francesas, la negociación se reanudará el próximo otoño en Bruselas, pase lo que pase en las reformas agrícola y presupuestaria de la CEE, actualmente en curso, y en las que Italia tiene importantes intereses en lo que a su política agraria se refiere, y más temerosa que es, y con razón, de la competencia del agro español, cuya producción es similar a la italiana en muchos sectores. De todas maneras, la totalidad de las fuerzas políticas de este país -comunistas incluidos- se ha declarado a favor del ingreso incondicional de España en la CEE. Veremos qué pasa a la hora de abordar las negociaciones, es decir, si la cosa se queda en palabras o se materializa en gestos. También hay que señalar que, hasta el momento, España está en deuda con la actitud italiana en la cuestión europea, lo que se recuerda con un cierto resquemor en medios políticos italianos ante el trato de preferencia que Madrid mantiene con Bonn y París, aunque este último sea tenso y conflictivo.

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Para marcar el deseo hispano de establecer una buena relación con Roma, el Rey ha querido que su primera visita tras el golpe de Estado sea a Italia, compensando así el primer desplazamiento del presidente Calvo Sotelo a la República Federal de Alemania. Un desplazamiento en el que el nuevo jefe del Gobierno puso en marcha su política de acercamiento a la OTAN, informando de ello al canciller Schmidt, y que Pérez-Llorca continuará mañana en Roma, al transmitir un mensaje similar a su homólogo Forlani. Además no hay que olvidar que los días 4 y 5 de mayo se reúne en Roma el Consejo Atlántico de primavera, y que Forlani, anfitrión, ocupará la presidencia de una reunión en la que muy difícilmente podrá eludirse el debate sobre el deseo del Gobierno español de ingresar en la OTAN y sus consecuencias posibles en las relaciones Este-Oeste.

También las relaciones España-Vaticano han de marcar la visita de los Reyes a Roma. Don Juan Carlos y doña Sofía serán recibidos por el Papa en el Vaticano en audiencia especial, y aunque en principio no están previstos contactos oficiales se cree que el próximo viaje de Juan Pablo II a España será tema de conversación, al menos, del ministro Pérez-Llorca. También se recuerda que España desea recuperar su influencia histórica en los santos lugares, que estuvo a punto de ceder, y se sabe que la última gestión oficial de España ante el Vaticano -al menos, que se conozca- fue la de presentar una protesta formal por la pastoral de los obispos vascos sobre el terrorismo de ETA. El debate hispano sobre la ley del Divorcio también planea en estas relaciones, que han de culminar con la visita del Papa a España para el otoño y en un largo recorrido, como parece querer el Vaticano y como temen ciertos sectores políticos en Madrid, por las consecuencias políticas que de esta gira podrían derivarse en un país de gran mayoría católica, como lo es España.