El rey don Juan Carlos anunció ayer que España prepara una ley de cooperación con el continente africano, que será próximamente presentada al Parlamento, y en la que se arbitrarán los instrumentos necesarios para una activa aportación de medios financieros, tecnología y profesionales. Esta declaración fue realizada pocas horas después de la llegada de los Reyes a la capital de Costa de Marfil, primera escala de su viaje por tres países de Africa occidental, donde fueron objeto de un espectacular recibimiento.
El Rey indicó también que se abre una nueva etapa en las relaciones de España con Africa, «hasta ahora sin demasiado contenido profundo y, en algunos casos, casi puramente formales», en el discurso que pronunció a los postres de la cena que le fue ofrecida anoche por el presidente marfileño, Félix Houphouet Boigny, en el palacio presidencial.La primera jornada de los Reyes en Costa de Marfil, cuya nota predominante fue el multitudinario recibimiento -Abidján despertó ayer con aires de fiesta- fue declarada jornada festiva, y desde primeras horas de la mañana los marfileños empezaron a congregarse a lo largo del recorrido de la comitiva real, cubriendo por completo en poco tiempo los veintiocho kilómetros de trayecto desde el aeropuerto al palacio presidencial, residencia de los Reyes.
Desde varias horas antes a la llegada real, miles de niños y niñas, de escuela primaria, uniformados igual -ellas van vestidas de cuadritos blancos y azules, y ellos, con pantalón y camisa caqui-, de jóvenes de escuela superior con pantalón/falda azul y camisa blanca y marfileños venidos de todos los rincones del país, cada grupo con sus atuendos característicos, cantaban y bailaban batiendo palmas rítmicamente al son de los tambores y de la música ejecutada por centenares de grupos a lo largo de todo el recorrido.
El avión real llegó a Abidján poco después de las doce y media del mediodía, y en la escalerilla del aparato los Reyes, a quienes acompaña el minsitro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja, fueron recibidos por el presidente marfileño, Félix Houphouet-Boigny y su esposa, así como por las más altas autoridades del país. Después de que don Juan Carlos pasara revista a las tropas y tras escuchar los himnos nacionales de los dos países, los Reyes departieron durante unos minutos con sus arifitriones en una sala del aeropuerto.
Posteriormente, el Rey fue cumplimentado por los jefes de tribu del país, quienes con su atuendo característico -túnica de colores, coronas y bastones de mando dorados- rindieron pleitesía al visitante, costumbre tradicional en, este país. Estos «caciques» no tienen actualmente poder político, pero gozan de un gran respeto al seguir siendo los jefes espirituales y morales de cada tribu.
Seguidamente, la comitiva real inició la marcha -el Rey junto a Houphouet-Boigny de pie en coche descubierto- entre el sonido rítmico de las palmas, los cánticos y los bailes de los miles de nativos que cubrían el recorrido.
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Los Reyes almorzaron en privado con el presidente marfileño y su esposa, y posteriormente don Juan Carlos recibió a los jefes de las misiones diplomáticas mientras doña Soflavisitaba el Museo Etnográfico y de Cultura Africana de Abidián.
Por la noche se celebró una cena en el palacio presidencial, a la que asistieron las altas autoridades marfileñas, y en1a que don Juan Carlos pronunció un discurso que fue contestado con unas palabras de Houphouet-Boigny. El Rey se refirió en su parlamento al hecho de ser la primera visita que realiza un monarca español a Costa de Marfil, país que «es un ejemplo de estabilidad política, de desarrollo económico y de modemización». Destacó la gran labor de Costa de Marfil para superar el colonialismo: «Sin olvidaros de las tendencias colectivas de la sociedad tradicional -dijo-, habéis entendido que no había que caer en una actitud cerrada, en una especie de proteccionismo cultural paralelo a un proteccionismo comercial.»
Tras reafirmar la voluntad europea de España, «siempre vinculada al continente africano», don Juan Carlos expresó el deseo de extender nuestra política exterior hacia estos países, «con los que hasta ahora -dijo- no hemos estado en condiciones de establecer una amplia y estrecha colaboración ».
El pueblo español -añadió- entiende que ha llegado el momento de profundizar en esas relaciones y considera que tiene mucha importancia el diálogo entre los dos países, diálogo al que mi Gobierno desea por su lado contribuir de forma constructiva a través de sus relaciones bilaterales y, en particular, arbitrando a través de una ley de cooperación, que será próximamente presentada al Parlamento, los instrumentos necesarios para una activa aportación de medios financieros, tecnología y profesionales.»
Finalizada la cena, los Reyes asistieron a una representación del ballet nacional, para hoy está prevista una visita al Ayuntamiento de Abidjan, un recorrido por el puerto, la recepción a la colonia española y la visita al pueblo natal ,del presidente Houphouet Boigny.
