Viene de la página primera

El ministro de Asuntos Exteriores alemán, Hans Dietrich Genscher, dio la bienvenida a los Reyes al pie de la escalerilla del DC-8 de la Fuerza Aérea española que, con puntualidad germánica, tomó tierra en el aeropuerto de Colonia-Bonn a la hora prevista en el programa, once de la mañana del miércoles.

A mediodía, los Reyes acudieron a la residencia del presidente alemán, Karl Carstens, quien les ofreció un almuerzo privado, Paralelamente, Genscher se reunía en una comida de trabajo, con Calvo Sotelo y Pérez Llorca con quienes pasó revista a la situación internacional y, especialmente, al conflicto de las Malvinas, analizando las dos partes las posibles consecuencias que dicho conflicto puede tener para la paz mundial.

Los dos políticos españoles explicaron con detalle al ministro federal de Asuntos Exteriores la postura del Gobierno de Madrid, no compartida por 61 Gobierno alemán, y le volvieron a reiterar los argumentos españoles de apoyo a la revindicación argentina sobre el archipiélago y condena del uso de la fuerza para resolver los contenciosos pendientes entre los países.

Los cristianodentócratas acusan a Schmidt

La situación internacional, la crisis de las Malvinas, la inminente adhesión de España a la Alianza Atlántica y el proceso de negociación de nuestro país con, el Mercado Común, fueron examinados de nuevo en una cena ofrecida en su residencia oficial de Bonn por el canciller Schrnidt al jefe del Ejecutivo español. Schinidt, que será uno de los oradores que intervendrá hoy durante el acto de entrega al rey Juan Carlos del premio Carlomagno, ha invitado al monarca español a visitar la ciudad de Hamburgo mañana viernes, invitación que ha merecido críticas por parte del partido cristianodemócrata de la oposición CDU.

Fuentes del partido cristianodemócrata alemán han manifestado a EL PAIS que sienten un profundo respeto hacia la figura del Rey de España, pero que el canciller federal está utilizando las visitas de personalidades extranjeras a Alemania, como las recientes del presidente Mitterrand y del jefe del Gobierno italiano, Spadolini, para hacer electoralismo en su tierra natál.

Las elecciones en la ciudad-estado de Hamburgo se consitteran de vital importancia para tomar la temperatura electoral a los alemanes y, a juicio de los observadores políticos, se prevé una apurada victoria de los socialdemócratas, en una ciudad como Hamburgo que durante décadas había sido un feudo total del SPD. Un a victoria precaria de los socialdemócratas en Hamburgo vendría a confirmar la tendencia en el descenso de la popularidad del partido actualmente en el Gobierno y quizás decidiría al partido bisagra, el Liberal, de Hans Dietrich Genscher, a poner término a la actual coalición que permite gobernar con mayoría a Helmudt Schrnidt. La invitación de Schrnidt a, Juan Carlos es puramente a título personal.

Junto a la totalidad de, la famifia real española, integrada por el príncipe de Asturias, las infantas Cristina y Elena, las hermanas del Rey doña Pilar y doña Margarita, acompañadas de sus esposos, la municipalidad de Akisgrán ha querido que el mundo político parlamentario y cultural español esté presente en la ceremonia que será transmitida en directo por todos los canales de la televisión alemana.

En el viejo salón del trono del palacio imperial de Carlomagno, reconstruido casi totalmente tras su destrucción por las bombas aliadas durante la Segunda Guerra Mundial, estarán presentes en lugar preferente los presidentes de las comisiones de Exteriores de las dos cámaras españolas, Ignacio Camuñas y Manuel Delgado, una representación de los parlamentarios españoles del Consejo de Europa, la comisión mixta Cortes españolas- Parlamento europeo, el consejo español del Movimiento Europeo, con Carlos María Bru, Jaime Miralles y Joaquín Satrústegui, el presidente de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, José María de Areilza, y un grupo de personalidades tales como Fernando Alvarez de Miranda, Carlos Ferrer Salat y los embajadores españoles ante el Consejo de Europa, José Luis Mesía y ante las, comunidades europeas Gabriel Ferrand.

Los íntelecturales españoles están representados por Julián Marías, Fernando Chueca, Diego Angulo, García Valdecasas, Antonio Garrígues Díaz-Cañavate, Baltasar Porcel; el profesor García Enterría, Fernando Salas y otros.

No es exagerado afirmar que la antigua ciudad de Aquisgrán vive en estos días un ambiente totalmente español. Los colores rojo y amarillo ondean en las plazas y calles principales de esta vieja ciudad europea, los grandes almacenes han proclamado esta semana como La semana de España y sus precios se anuncian con el cartel de precios olé, y hasta en el centro de prensa instalado frente al Ayuntamiento, en una plaza cuya antigüedad se remonta al siglo X, se celebra una exposición de motivos taurinos que recoge folletos, carteles y literatura sobre la tauromaquia de los dos últimos siglos.

La idea que ha presidido la concesión del premio Carlomagno al rey Juan Carlos, que hoy se convierte en el XXIV titular del preciado galardón, ha sido la contribución del Monarca español a la idea de la construcción de una Europa unida, una Europa impensable sin España, y su gallarda contribución en defensa de las libertades españolas», en el intento de golpe de Estado del 23-F como puso de manifiesto el alcalde de Aquisgrán, el democristiano Kurt Malangré en su reciente viaje a España.

En el brindis pronunciado por Juan Carlos en la cena homenaje que le fue ofrecida anoche conjuntamente por el ayuntamiento de Aquisgrán y el comité del premio Carlomagno, el Rey de España, después de recordar los vínculos históricos que unen a nuestro país con Alemania, «en un tiempo -el de Carlos V- en el que los dos países compartían un sólo destino» manifestó, con modestia s ingular, que el honor del premio Carlomagno «más que a mi persona corresponde al pueblo español, cuyo amor a la libertad y sentido de la convivencia ha hecho posible la transición política de España hacia formas de Gobierno democráticas».