Los Reyes de España, don Juan Carlos y doña Sofía, concluyeron ayer en Malabo su visita oficial a Guinea Ecuatorial. Los Reyes, que inician hoy viaje de regreso a Madrid, vuelven a la capital española con dos resultados políticos en su haber: el establecimiento de relaciones hispano-guineanas privilegiadas y el reforzamiento del nuevo régimen que preside el teniente coronel Teodoro Obiang, al frente de la población guineana.

Los Monarcas regresaron en la tarde de ayer a Malabo, después de haber pasado un día y medio en Bata. En la capital, Río Muni, don Juan Carlos fue promotor del reencuentro del presidente Teodoro con el pueblo continental. El presidente Obiang nunca había visitado Río Muni desde el golpe de Estado del pasado 3 de agosto, y lo ha hecho ahora de la mano de don Juan Carlos, quien personalmente animó al nuevo líder gineano a dirigirse en fang a la multitud que aclamaba a los Reyes.Después de las palabras de don Juan Carlos, el Rey de España tomó del brazo al presidente Obiang y le pidió que hablara a su pueblo continental que es, a su vez, de su misma raza, fang. Teodoro Obiang fue aclamado de manera espectacular en su discurso, pronunciado en fang, con críticas al régimen de Macías, agradecimiento por la vuelta de los exiliados y destacando que la libertad ha renacido en toda Guinea. Más de 20.000 personas aplaudieron entusiasmadas a su presidente en su primer encuentro.

Durante su estancia en Bata, los Reyes han sido acogidos por innumerables muestras de simpatía por la población de Río Muni. Han visitado la Escuela de Maestría Industrial, el puerto y la ciudad de Bata. En la Escuela, los Monarcas asistieron a un espectáculo folklórico presentado por el padre Pedro, director general de la Escuela de Maestría Industrial, quien pidió a los Reyes una universidad para Guinea.

Las peticiones a los Monarcas, hechas públicamente por los dirigentes guineanos, no han dejado de sucederse. La cooperación económica, cultural y sanitaria servirá para afianzar los lazos políticos que se han establecido de manera excepcional entre el régimen guineano y el Gobierno español.

Unos lazos que, en su plano político, coordinarán algunos aspectos de la política exterior española con la guineana. Todo ello enmarcado con una cautela española en previsión del desarrollo político del nuevo régimen.

En la cena de despedida que los Reyes ofrecieron anoche a Teodoro Obiang, en Malabo, el Rey pronunció un discurso más comprometido que el primero, agradeciendo la acogida e indicando que España estudiará en profundidad el desarrollo político y económico de Guinea. Al término de la cena se organizó una auténtica fiesta popular, con fuegos artificiales y una verbena.

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En resumen, un viaje que en principio apareció apresurado, resulta, a la vista de estos primeros encuentros, como importante para garantizar la presencia de España en este país de habla hispana y para anudar privilegiadas relaciones que han de servir de manera definitiva a la reconstrucción de este país africano, que se encuentra en muy precarias condiciones.