ENVIADO ESPECIAL, Don Juan Carlos y doña Sofía completaron ayer su tercer día de estancia oficial en la República de Irlanda -hoy, a primeras horas de la mañana, regresan a Madrid- con una visita a la universidad católica Saint Patrick’s College, en la que se encontraron con el cardenal primado, Tomas O’Fiaich, un personaje clave en la vida sociopolítica de este país, para viajar después al suroeste de la isla, al condado de Clare. La jornada se inició en Dublín, donde el Rey depositó una corona de flores en el monumento a los fundadores de la nación irlandesa.

Don Juan Carlos, con uniforme de capitán general del Ejército, depositó una corona de flores en el monumento que se alza en el Gardén of Remembrance, en el centro de Dublín. Al acto asistió parte de la tripulación del patrullero español Alzaga, que se encuentra en Irlanda para asistir a un festival marítimo-naval. Al concluir la ceremonia, el Rey saludó a todos los militares españoles, incluida una representación de la marinería.Antes de la llegada de don Juan Carlos, al que acompañaba el ministro de Asuntos Exteriores irlandés, Peter Barry, un grupode 10 personas, miembros del Sinn Fein (Partido de los Trabajadores; literalmente, Nosotros Mismos), brazo político del grupo terrorista IRA, intentó depositar una corona de flores en el mismo monumento en honor de los «patriotas vascos». Un discreto cordón de policía alejó al pequeño grupo del recinto.

En el centro católico

Una vez que el Rey abandonó el lugar, la policía irlandesa permitió a los miembros del Sinn Fein depositar la corona de flores que portaban. Uno de los miembros del grupo sostenía una ikurriña, y otros tres, pancartas con leyendas alusivas a ETA y a la lucha por la independencia vasca.

Don Juan Carlos y doña Sofía, acompañados por el presidente de la República, Patrick Hillery, y su esposa, abandonaron Dublín para dirigirse al Saint Patrick’s College, en Maynooth, universidad católica pontificia que hasta hace unos 20 años fue exclusivamente seminario. La visita tenía especial significado después de que el martes el Rey fuese investido doctor honor causa en el Trinity College de Dublín, el centro, por excelencia, de la cultura protestante y en un país donde más del 90%. de la población se confiesa católica.

En el Saint Patrick’s College, además del presidente, Míceál Ledwith, los Reyes fueron recibidos por el cardenal primado de Irlanda, Tomas O’Fiaich, un personaje clave en la vida irlandesa, que tiene su residencia oficial en Armagh, en Irlanda del Norte, y que despierta fuertes polémicas.

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Fuentes diplomáticas irlandesas respondieron ayer, al preguntarles sobre estos extremos, que «el cardenal habla en público con frecuencia y suele decir lo que piensa».

Los Reyes llegaron por la tarde en helicóptero al Spanish Point, un centro de turismo costero que debe su nombre a que en este lugar embarrancaron varios buques de la Armada Invencible en 1588. Los Reyes contemplaron una placa escrita en inglés, español y gaélico (la lengua irlandesa) que recuerda su visita a este lugar. Pero el viaje ha tenido alguna arista diplomática porque, en principio, el Rey iba a colocar la primera piedra de un monumento en honor a los marinos españoles de la Invencible.

La realidad histórica, sin embargo, es más dura que el simple naufragio porque los irlandeses saquearon los buques y mataron a los supervivientes.