Los Reyes de España, Juan Carlos y Sofía, llegaron ayer a Tokio, procedentes de Kuwait, para iniciar hoy una visita oficial a Japón de cuatro días de duración. Antes de abandonar la capital kuwaití, el rey Juan Carlos recibió del emir Jabir al Ahmed al Jabir al Sabah garantías de que España podrá aumentar sus importaciones de petróleo de este país en una cifra que podría aproximarse, en caso de necesidad, a los 25.000 barriles diarios.

La consecuencia de nuevos contratos de petróleo ha sido el objetivo central de la visita de los Reyes de España a Kuwait, aparte del reforzamiento de las relaciones políticas que existen en buen nivel entre ambos países. Este mismo tema será también centro de las discusiones que se celebrarán, a partir del próximo día 3 de noviembre, en la nueva escala que, a última hora, se añadió al periplo de los Reyes de España por el Oriente Próximo y Lejano y que incluirá al emirato de Qatar en la ruta de vuelta del viaje real.En relación con los resultados obtenidos en la visita a Kuwait, el ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, no ha querido ser muy explícito. El nuevo responsable de la diplomacia hispana se ha limitado a anunciar la nueva etapa de Qatar y a confirmar que se ha hablado de compras nuevas por España de crudos y de gas licuado, en Kuwait, pero sin dar datos del alcance de la operación. El ministro dijo que no se iba a Qatar para poder paliar las dificultades de aprovisionamiento y de reservas de petróleo que empiezan a vislumbrarse en el panorama español, a la vista de la duración y de las posibles consecuencias de la guerra irano-iraquí (en la que Kuwait ha declarado su apoyo al Gobierno de Bagdad), sino para completar la escala de vuelta del viaje de los Reyes.

Las autoridades hispanas están seriamente preocupadas por el tema del petróleo (las reservas españolas se han reducido de 144 a 129 días). De ahí que al amparo del Rey y de sus excelentes relaciones con las naciones árabes, se hayan puesto en marcha estas nuevas operaciones de abastecimiento que, al parecer, han dado frutos muy positivos en la etapa de Kuwait.

España podría haber alcanzado unas garantías de nuevas compras de unos 25.000 barriles diarios, lo que sumados a los 21.000 que ya se adquirían en este país pondrían las compras hispanas desde el emirato en unos 45.000 barriles diarios.

Lo que sí se desconoce es el tipo exacto de contrato, que ha sido posible gracias a la intervención directa del Rey. España podría ha ber pedido aumentar la cifra actual y la garantía de un nuevo aprovisionamiento para el caso de crisis, aunque ambos porcentajes se desconocen con certeza. Asimismo, el Gobierno de Madrid ha solicitado permiso de compras de gas licuado de Kuwait como nueva fuente de energía, lo que diversifica así las compras de gas originarias de Argelia y Libia.

Llegada a Japón

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Después de un largo viaje, con escala en Bangkok, el avión de los Reyes de España llegó a Tokio a las ocho de la mañana de ayer (hora española) con 78 personas a bordo, en las que se integran el séquito real, los servicios de seguridad y la tripulación del aparato. En el aeropuerto de Haneda no hubo ceremonia oficial, porque no existe esta costumbre en los viajes de Estado, y, también, por la avanzada edad del emperador Hiro Hito, a quien ya conocen los monarcas. Los reyes han visitado Japón oficialmente como príncipes de España dos veces y en un tercer viaje llegaron a Tokio en visita privada.

Hoy está previsto que comiencen los actos oficiales con el rigor del protocolo nipón, que se inicia en la residencia de los Reyes de España, el palacio de Akasaka, adonde llegará por la mañana el emperador Hiro Hito para saludar a los Reyes. La Reina irá, por su parte y a media mañana, al palacio imperial a visitar a la emperatriz Naoako, que sufre de la columna vertebral. A partir de esta ceremonia se abrirá un intenso programa de actos políticos y culturales y en el que, en principio, no está prevista ninguna importante iniciativa económica por parte española.

No obstante, y muy a pesar de la prudencia oficial en este sentido, hay que destacar la expectación comercial que ha despertado la visita real en los medios económicos españoles, que se han trasladado a Tokio, representados a su más alto nivel y en una curiosa carrera competitiva que enfrenta, por un lado, a las Cámaras de Comercio, y, por otro, a la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE).

Ferrer Salat y Figueras, en Tokio

En efecto, están ya en la capital nipona, en el mismo hotel que toda la comitiva, el presidente de las Cámaras de Comercio, José María Figueras, y el presidente de la CEOE, Carlos Ferrer Salat. El objetivo de esta presencia, que no ha sido normal en otros viajes del Rey o del presidente Suárez, está en la potencia industrial y financiera que desarrolla Japón, primer país industrial del mundo y tercera potencia comercial, después de la CEE y Estados Unidos.Están, de por medio, no pocas operaciones importantes, como la posible entrada de Toyota en Seat.