Los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, inician hoy una visita oficial a Camerún y Gabón, en el curso de una gira que concluirá el próximo día 10 con una escala técnica de seis horas en Malabo, capital de Guinea Ecuatorial. El reforzamiento de la presencia de España en el golfo guineano para apoyar la política de cooperación con Guinea Ecuatorial constituye el primer objetivo político del viaje de los Monarcas a esta zona del Africa negra.
El ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca, que acompaña a los Reyes en este periplo africano, ha insistido en definir el viaje como «de Estado», recordando que en materia de política exterior el Rey asume la más alta representación del Estado según lo establece el texto constitucional. El ministro añadió -en el curso de una conferencia de Prensa-recepción que ofreció el pasado miércoles a los cerca de cincuenta periodistas que seguirán el viaje- que no se esperan resultados concretos inmediatos de este desplazamiento, que «no tiene objetivos específicos». No obstante, el titular de Exteriores puntualizó que al Gobierno le tocará la tarea de desarrollar los posibles campos de cooperación que se detecten.En el plano político, el objetivo central del viaje de los Reyes está en las perspectivas de desarrollo de las relaciones de España con Guinea Ecuatorial, aparte de las cuestiones puramente bilaterales multilaterales que el Gobierno de Madrid desea discutir con los primeros representantes de Camerún y Gabón, dos naciones de la órbita francesa, miembros de la organización de países no alineados.
Se trata de un viaje de amistad con los países vecinos de Guinea Ecuatorial, nación que desde el golpe de Estado de agosto del pasado año mantiene unas especiales relaciones con España, aunque sometida a la presión económica de Francia y al control casi policial que ejerce Marruecos con la guardia personal del presidente Teodoro Obiang. Un viaje con el que España desea reforzar su presencia en el golfo de Guinea para intentar mantener una posición de privelegio en las relaciones exteriores del Gobierno de Malabo que sufre, desde su nueva etapa, un período de creciente confusión política y económica.
Asimismo, no se descarta la posibilidad de que a partir de este desplazamiento, el Ministerio de Asuntos Exteriores recupere la iniciativa política en las relaciones con Guinea Ecuatorial, hasta ahora, y desde el golpe militar, controladas por la Presidencia del Gobierno, y más concretamente por el asesor de la Moncloa, Alberto Recarte, quien, al parecer, deja la Presidencia para trabajar en las cajas de ahorro. Asimismo, se especula con la próxima sustitución del embajador de España en Malabo.
