El grupo español, que competía por este proyecto con un consorcio francés, está integrado por Copasa, Imathia, Cobra, OHL, Dimetronic, Inabensa, Indra, Renfe y Talgo. Esta última compañía será la encargada de suministrar los trenes.

Se trata de un proyecto global que incluye desde la construcción de la plataforma de la línea, de unos 450 kilómetros de longitud, hasta la instalación de su superestructura (sistemas de señalización, electrificación, telecomunicaciones y seguridad), además del suministro de 35 trenes AVE y el posterior mantenimiento del corredor durante doce años.

Con la adjudicación del denominado »AVE del desierto» se pondría fin al proceso de concurso público que lanzó hace unos años el Gobierno de Arabia Saudí, y por el que se interesaron consorcios empresariales de todo el mundo, de entre los que se seleccionaron dos finalistas, uno español y otro francés.

Además, la consecución de este proyecto histórico supondría un importante paso en la estrategia de internacionalización del AVE que promueve el Gobierno junto a las empresas del ramo bajo la marca »Alta Velocidad Española».