JOSÉ PARDO
Solo queda la firma. Arabia Saudí ya ha dado luz verde al encargo para la fabricación en Navantia de cinco corbetas para su Armada. Es un pedido que algunas fuentes cifran en unos 3.000 millones de euros y que garantiza cinco años de carga de trabajo en las plantas públicas, un contrato que se repartirá entre el astillero ferrolano y el de San Fernando (Cádiz). Aunque la empresa pública hace gala de la prudencia e insiste en que continúa trabajando para llevar a buen puerto el encargo, fuentes conocedoras de la operación sostienen que hace varios días que las principales autoridades del país dieron vía libre a la operación y que incluso el rey saudí ha dado su autorización, aunque por el momento no existe una comunicación por escrito de este permiso. Y de ahí las cautelas.
Así las cosas, únicamente se está a la espera de que Navantia reciba el contrato firmado. En la elección de la fecha precisa en la que se producirá este hito pesa y mucho la cotización del petróleo, que ha caído en picado, golpeando de lleno a los principales países exportadores, entre los que se encuentra Arabia Saudí. Como en todos los encargos de este tipo, la firma supone para el cliente el primer desembolso económico importante al astillero elegido, por lo que el momento elegido para la rúbrica en este caso no es una cuestión de índole menor.
El encargo para la fabricación de las cinco corbetas está produciendo una tensa espera en las comarcas, la ferrolana y la isleña de San Fernando, que se van a beneficiar de este negocio. Dos zonas que están padeciendo especialmente el paro como consecuencia directa de la falta de encargos en los astilleros de Navantia. Alrededor de 2.000 personas trabajarán en la ejecución de esta obra, tanto pertenecientes a la plantilla directa como a las compañías auxiliares, una modificación del tipo Avante 2200 -de mayor tamaño- que ha sido exportado con anterioridad a la Armada de Venezuela. El encargo no solo implicará la fabricación de los cinco navíos, sino también su mantenimiento posterior, así como el adiestramiento de las dotaciones y la formación en el manejo de los equipos. Incluye además la construcción, en Arabia Saudí, de la base a la que estarán adscritas las corbetas y el suministro de los sistemas.