Para Georgi Parvanov, el ex comunista que preside Bulgaria, hay al menos cinco razones para que las empresas españolas inviertan en su país, y una de las primeras es que sus relaciones con el primer ministro, el ex rey Simeón II, son «transparentes y constructivas», lo que garantiza la estabilidad. Parvanov dijo esto ayer en un acto público con el rey Juan Carlos, tras afirmar que «se puede hacer mucho más para que los vínculos económicos

alcancen el excelente nivel de la relaciones políticas».

El Rey aseguró que «España está dispuesta a contribuir» al crecimiento económico de Bulgaria con su especialización en sectores importantes como la construcción, la energía, las finanzas, las telecomunicaciones, el transporte, la construcción aeronáutica y naval o el turismo».

Varios de esos sectores estuvieron representados por algunos de los más de 130 empresarios españoles y búlgaros congregados en el foro económico que don Juan Carlos y Parvanov inauguraron ayer en Sofía. El primer argumento que el presidente búlgaro utilizó para animar las inversiones en su país fue, por supuesto, las perspectivas de su ingreso en la Unión Europea dentro de cuatro años. Por lo demás, insistió en la facilidad de acceso a otros mercados, en la buena marcha de la economía y en la voluntad del Gobierno de cooperar con las empresas extranjeras.

Flujo comercial

Fue más prolijo en cuanto a indicadores económicos el secretario de Estado de Comercio, Juan Costa, que, para orientar a los inversores hacia un país con el que España tiene un flujo comercial de poco más de 300 millones de euros y sólo 110 millones de inversión acumulada en los últimos diez años, destacó que, con un 4,8%, Bulgaria dobló el año pasado la media de crecimiento de los diez países del Este que ya están en la UE; que su inflación, del 6,6%, es también la más baja y que su déficit público, del 0,8% del PIB, es inferior a la media de la zona euro.

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Antes de viajar, por la tarde, a Bucarest, los reyes visitaron el departamento de Estudios Iberoamericanos de la Universidad San Clemente de Ohrid de Sofía, donde se proyecta crear un grado en filología sefardí con ayuda española. Don Juan Carlos destacó la importancia de ese proyecto.

La comunidad judía de raíces españolas en Bulgaria cuenta con unos 5.500 miembros y tiene relevancia social. Pertenece a ella el actual ministro de Exteriores, Solomon Passi. Los sefardíes búlgaros conservan el ladino, pero el auge de los estudios de español no se debe exclusivamente a ellos, ya que, entre los 25.000 estudiantes censados, hay muchos otros búlgaros que conocieron el castellano en países como Cuba o Nicaragua durante la época comunista.