El agradecimiento de España al Gobierno de México liderado por el presidente Vicente Fox fue el tema motor de la primera jornada de la visita de Estado que Don Juan Carlos inició ayer en la capital mexicana. Hasta tres veces, en sendos discursos de los cuatro que pronunció, el Rey reiteró las gracias. El monarca expresó también un apoyo total a la gestión presidencial de Fox, que, cuando se cumple el primer tercio de su mandato de seis años, sigue afrontando fuertes polémicas. Don Juan Carlos destacó el compromiso del mandatario mexicano de acabar con la pobreza.

La persistencia en este país norteamericano de grandes desigualdades en un contexto de corrupción y de enormes bolsas de miseria, que envuelven a la mitad de la población y favorecen el clima de inseguridad ciudadana que se respira, son, sin embargo, los puntos débiles en que se apoyan los críticos del presidente, que hace dos años liquidó en las urnas más de siete décadas de monopolio del poder por parte del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

«Admiramos especialmente el compromiso del Gobierno y del Congreso mexicano de afrontar con determinación el desafío de la cohesión nacional y vuestra expresada voluntad de superar las desigualdades existentes entre los mexicanos. Valoramos muy especialmente vuestro tenaz apoyo al respeto y la promoción de los derechos humanos», dijo el rey Juan Carlos en el Congreso de la Unión.

En la misma intervención, la más solemne de la jornada, don Juan Carlos calificó de «encomiable» la política económica de Fox, recordó los «100.000 millones de euros» invertidos por empresas españolas en México para explicar que las relaciones de España con ese país son «estratégicas», y evocó el modelo de «consenso» de la transición española sin referirlo concretamente a las actuales dificultades de la política mexicana.

«Quiero expresar el agradecimiento de España a México por el apoyo y la comprensión que nos ha brindado para enfrentar el fenómeno del terrorismo», dijo también, tras «rechazar con firmeza» a los que, «contra toda legitimidad moral y política, intentan arrogarse la defensa de derechos que nadie les ha concedido, simplemente para disfrazar su crueldad».

Don Juan Carlos había expresado ya, durante el saludo oficial que le dispensó el presidente mexicano en el Campo de Marte, el mismo reconocimiento por la cooperación ante «un atentado esencial al orden moral frente al que no caben ambigüedades ni refugio alguno». Posteriormente, en la cena de gala celebrada en el Palacio Nacional, insistió en agradecer una política que mueve a los terroristas a «tener la absoluta seguridad de que no van a encontrar ni el respaldo, ni el cobijo ni la comprensión de nadie».

Cuatro etarras

Durante los dos años transcurridos del mandato de Fox, las autoridades mexicanas han entregado a España a cuatro etarras que se suman a los 20 que siguieron la misma vía durante el sexenio del antecesor de Fox, Ernesto Zedillo (1994-2000). Las extradiciones siguen encontrando problemas judiciales y la última pedida por España, la de Óscar Cadenas, ha sido rechazada. Pero la colaboración entre los servicios policiales instaurada durante la visita de Aznar a México de julio de 2001 funciona satisfactoriamente y la colonia de al menos 100 etarras, presuntos o convictos, residente en el país está vigilada.

En la recepción que Don Juan Carlos y Doña Sofía ofrecieron ayer por la tarde a la colonia española, el Rey destacó la importancia del exilio español de la posguerra como matriz de las actuales relaciones privilegiadas entre México y España.

El Rey y el presidente de México, Vicente Fox, ayer en Salamanca (Guanajuato). EFE