don juan carlos abdica El Rey, el «mejor embajador» de las empresas españolas El Rey se ha volcado en apoyar a las compañías nacionales en sus planes de internacionalización

luis m. ontoso Actualizado: 14/05/2016 01:37h Guardar Enviar noticia por correo electrónico Tu nombre * Tu correo electrónico * Su correo electrónico *

En octubre de 2011 se anunció el mayor contrato de un consorcio de empresas españolas en el extranjero, un hito para la industria y la ingeniería de nuestro país: el tren de alta velocidad entre las ciudades de La Meca y Medina, el llamado familiarmente «AVE del desierto», que unirá las dos ciudades santas de Arabia Saudí. El acuerdo, que comprende la construcción de la llamada «superestructura» -vías y sistemas de comunicación, electrificación y seguridad- y los trenes, así como su explotación por parte de Renfe durante doce años, está valorado en 6.736 millones de euros, una cifra no alcanzada desde entonces por un grupo de empresas de nuestro país.

Tanto en público como en privado los empresarios que integran el consorcio – un heterogéneo grupo de empresas formado por las públicas Adif, Renfe, Ineco y las privadas Cobra (ACS), Consultrans, Copasa, Dimetronic, Imathia, Inabensa, Indra, OHL y Talgo- reconocen la aportación de Don Juan Carlos, cuyas relaciones privilegiadas con la familia real saudí jugaron un papel decisivo para que la balanza se decantase a favor de la oferta española, en detrimento del consorcio encabezado por Alstom y el operador público francés SNCF. El Gobierno francés, incluso, presionó para modificar las condiciones de los pliegos del concurso y ralentizar el proceso. Pero, finalmente, en un país en el que por cultura y tradición, los lazos de confianza y familiaridad resultan primordiales en las relaciones de negocios, la «diplomacia económica» que llevó a cabo el Rey en los últimos años con diversos viajes al país árabe, acompañado por los principales empresarios, dieron sus frutos.

De hecho, el anterior presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en uno de los desplazamientos al país para apoyar al grupo de empresas españolas hizo entrega al Rey Abdulá de una carta en la que se oficializaba el respaldo de Don Juan Carlos al proyecto. Las autoridades saudíes, además, esperaron a un viaje del Príncipe Felipe a Riad, adonde acudió para transmitir las condolencias de la Casa Real española por el fallecimiento de Sultan bin Abdulaziz, príncipe heredero de ese país, para anunciar la contratación.

Labor fundamental

La propia ministra de Fomento, Ana Pastor, en su última visita a los Emiratos Árabes Unidos, subrayó la labor del hasta ahora jefe de Estado. «El Rey juega y sigue jugando un papel por el que es admirado y tan querido por todos los españoles. Es la mejor representación de nuestro país, el mejor embajador de España siempre y lo mejor de todos nosotros», indicó en una entrevista en la cadena Cope.

Al contrato de La Meca-Medina, que se ha convertido en la carta de presentación de las empresas españolas en el exterior, le han seguido varios acuerdos en el país árabe, entre el que se sitúa uno de los tres tramos el suburbano de Riad, un proyecto valorado en total en 6.070 millones de euros y en el que participa la española FCC, por el que obtendrá más de 1.700 millones de euros. Las relaciones entre las dos casas reales también impulsaron un contrato de seis fragatas de Navantia.

Proyectos internacionales

Aparte de los desplazamientos a Arabia Saudí, Don Juan Carlos ha llevado a cabo en los últimos años una exhaustiva agenda que lo ha llevado a otros países del golfo Pérsico, como Omán, Bahrein, Emiratos Árabes y Kuwait (el pasado mes de abril), Marruecos, India, Rusia y Brasil, donde ha representado el papel de embajador de la marca España y principal promotor de los consorcios españoles que pujan por contratos en el extranjero.

Así, por ejemplo, en julio de 2012 defendió ante el Ejecutivo ruso la participación de las compañías españolas en la construcción del llamado «super AVE» que unirá las ciudades de San Petersburgo y Moscú, cuya inversión está prevista en 17.400 millones de euros, casi el triple que el AVE entre La Meca y Medina. En el sector ferroviario se percibe la impronta de estas relaciones económicas, que se han materializado, de momento, en la apertura de la oficina en Rusia por parte de Talgo, que, además, ha suministrado ya trenes al operador ruso del sector, Ferrocarriles Rusos (RZHD).

De especial trascendencia también es el tren de alta velocidad entre Río de Janeiro y Sao Paulo, un megaproyecto cuyo importe se eleva a 15.000 millones de euros y para el que ya incluso se ha constituido un consorcio participado, mayoritariamente, por empresas españolas (Talgo, Elecnor y ACS con el respaldo de las públicas Adif, Renfe e Ineco).

La situación política del país presidido por Dilma Rouseff, especialmente las protestas ciudadanas que se reprodujeron en las principales ciudades del país iberoamericano, obligaron a postergar «sine die» el contrato, que se debía licitar el año pasado. Sin embargo, tanto desde el consorcio como desde la embajada española, se confía en que se retome el proyecto en 2015, tras las elecciones generales que se celebrarán, previsiblemente, en octubre del año que viene.

Sin embargo, es sobre todo en el país saudí donde se esperan algunos de los proyectos de mayor envergadura de los próximos años. Aparte de las líneas suburbanas de Riad, La Meca y Yida, las empresas españolas permanecen a la espera de la licitación de la línea de ferrocarril Norte Sur (NSR) para el transporte de viajeros y minerales, del proyecto Land Bridge que conectará el mar Rojo con el golfo Pérsico.

Para ello, para afianzar la visibilidad y el prestigio de las empresas españolas, resulta necesario que el desarrollo de la construcción del AVE saudí avance libre obstáculos, conforme a los plazos previstos, pese a que el consorcio chino que construye la infraestructura de la vía acumula importantes demoras. Con este fin, las compañías españolas han acelerado el proceso de construcción y supervisión. Será en diciembre de 2016 cuando el proyecto que comenzó con el impulso del Rey funcione a pleno rendimiento. Y atraviese el desierto.