El Rey loa las reformas del Gobierno y el “sacrificio” ciudadano El ministro de comercio indio viajará a Madrid con empresarios. Margallo, Pastor y Morenés firman cinco acuerdos con el Gobierno indio para facilitar contratos a empresas españolas

Una cena de 10 platos en el palacio presidencial de Nueva Delhi puso fin este viernes al primer viaje del Rey a la India en 30 años y el cuarto de los que ha hecho en los últimos cinco meses (tras Brasil, Chile y Rusia) para vender la marca España.

En esa cena de despedida, ante 70 autoridades del país, don Juan Carlos volvió a avalar las reformas económicas del Gobierno, tanto “las medidas para reducir el déficit” como la reforma laboral, un cambio estructural, dijo, “para adecuar el mercado laboral a las necesidades actuales”. Pero si el jueves, en Bombay, atribuía a esas reformas brotes verdes en la economía española, este viernes, en Nueva Delhi, reconocía a otros: “Con el esfuerzo y el sacrificio de nuestros ciudadanos se está reduciendo el déficit de la balanza por cuenta corriente y la deuda pública y se está produciendo una mejora de la productividad y la competitividad”. El discurso del Rey lo escribe el Gobierno.

El presidente indio, Pranab Mukherjee, de 76 años, le dio la razón —“España está dando todos los pasos necesarios para superar la crisis de deuda”— y expresó su deseo de que el interés por su país y los proyectos que emprendan juntos vaya “más allá” de la crisis y continúe una vez superada.

Los 12 empresarios que acompañan al Rey vuelven a casa sin grandes contratos, aunque muchos contactos y cuatro acuerdos firmados por los ministros de Exteriores, Defensa y Fomento y sus homólogos indios con los que el Gobierno cree haber amarrado la base legal para que lleguen a corto plazo. Entre ellos, un memorándum de entendimiento en Defensa que confían pueda ayudar a vender a los indios, por ejemplo, fragatas, y un acuerdo que permitirá a Bollywood rodar aquí: el presidente indio reconoció que sus compatriotas están locos con la tomatina de Buñol (Valencia), tras verla en una película.

La jornada fue larga para el Rey, al que se vio muy cansado —se le cerraban los ojos— en un foro con las cámaras de comercio indias, después de descalzarse en el monumento a Gandhi. Al terminar el día, que don Juan Carlos había comenzado pasando revista a las tropas indias, cojeaba, cogido del brazo de su ayudante.