El Rey de España trasladó ayer al millar de militares españoles desplegados al sur del Líbano su gratitud por la misión «compleja y difícil» que desempeñan con eficacia y subrayó que todos sus compatriotas «se sienten muy orgullosos» de su trabajo en la fuerza multinacional de la ONU.

Ante los 1.050 militares españoles, la mayoría de ellos extremeños, que están destacados en la base Miguel de Cervantes, próxima a la localidad de Marjayún, el monarca felicitó asimismo al general Alberto Asarta por asumir hace unos días el mando de la Fuerza Interina de las Naciones Unidas en el Líbano (FINUL) como «reconocimiento de la comunidad internacional al prestigio» de España en esta y otras zonas de operaciones.

La ministra de Defensa, Carme Chacón, que acompaña al Rey Juan Carlos en su primera visita al Líbano, elogió la «cualificación excepcional» de los militares españoles y su trato humano, dos cualidades por las que, según afirmó, son conocidos en el Líbano y se han ganado un prestigio que ha desembocado en el nombramiento del general Asarta al frente de la FINUL.

Después de advertir de que 2010 va a ser un año importante para el futuro de esta misión de la ONU en la frontera entre el Líbano e Israel, Chacón animó a las tropas a seguir trabajando con la «altísima» cualificación y el trato humano que les distingue y con la fortuna de tener como referente «la inigualable figura del Rey».

Asarta y el jefe de la Brigada Multinacional del Sector Este, Casimiro Sanjuán, recibieron en la base al Rey, quien, tras el himno nacional y los habituales honores militares, saludó a oficiales y autoridades locales y presenció un desfile en la plaza central, bautizada como Don Quijote, frente a un paisaje dominado por los Altos de Golán que controla Israel, cubiertos de nieve.

Las nubes oscuras que recibieron el inicio de la visita se convirtieron en lluvia durante el desfile, después de que el monarca depositara una corona de flores con los colores de la bandera de España ante el monumento en recuerdo de los militares que han perdido la vida en el desempeño de su misión.

En los más de tres años transcurridos desde que España envió sus primeros soldados al Líbano, han sido ocho los militares del Ejército español fallecidos en este país, seis de ellos como víctimas de un coche bomba que estalló al paso de su vehículo blindado en junio de 2007.

El Rey quiso rendir ayer «un emocionado mensaje» a los fallecidos en el Líbano, a los caídos más recientemente en Afganistán y a todos los soldados españoles que han dado su vida en cumplimiento del deber durante la alocución ante las tropas.