Los Reyes llegaron en la tarde de ayer a Qatar, la última escala de su viaje a Oriente Próximo que comenzó el domingo en Siria,con el objetivo de apoyar el proceso de reformas emprendido con la aprobación de una nueva Constitución el pasado marzo e incrementar las escasas relaciones bilaterales.

El emir Hamad Bin Jalifa al Thani y su esposa ofrecieron una cena privada a los Reyes en el palacio de Wajbah, tres horas después de haberles recibido en el aeropuerto en donde estuvo también el príncipe heredero, Tamin Bin Hamad al Thani. La presencia de la esposa del emir en el recibimiento a los Reyes se considera como una muestra de la apertura que quiere emprender el país, que cada día cobra más importancia política y económica, aunque supera en poco los 800.000 habitantes.

La nueva Constitución qatarí prevé la elección de una Asamblea Consultiva de 45 miembros (15 de ellos designados por el emir) y aunque no reconoce la creación de partidos políticos sí admite el derecho a la libertad de expresión y asociación y consagra la libertad de culto.

Los Reyes, que visitaron Qatar por última vez en 1980, recalaron antes en Bahrein, donde almorzaron con el jeque Hamad.