Los Reyes de España inician hoy en Varsovia una visita de tres días a Polonia que tiene como objetivo básico, según fuentes diplomáticas, apoyar el ingreso en la Unión Europea de ese país, que engloba el 40% del territorio y la población total de los candidatos a la próxima ampliación. Don Juan Carlos y Doña Sofía lo visitan oficialmente por segunda vez. El viaje anterior, en 1989, tuvo como objeto impulsar la democratización del país que daba sus primeros pasos hacia las reformas, todavía bajo la dirección del general Wojciech Jaruzelski.

Don Juan Carlos volverá a encontrarse esta vez con un presidente de la república, Aleksander Kwasniewski, cuya carrera política tiene sus raíces en la disuelta nomenklatura comunista, y con un primer ministro, Jerzy Buzek, que templó, en cambio, sus primera armas en las luchas del sindicato Solidaridad contra aquel régimen. La convivencia de este ministro de derechas y un presidente promovido por la izquierda recuerda las tensiones de una transición que dejó una estela de manifestaciones y huelgas asociadas a cada paso hacia la privatización de la economía y cada medida liberalizadora. Los Reyes se desplazarán el jueves hasta Gdansk, sede de los astilleros donde comenzó la revuelta anticomunista, para rendir homenaje a Solidaridad. Don Juan Carlos presenciará, además, allí un ejercicio de las fuerzas militares de esta nueva Polonia integrada en la OTAN.

Competencia con España

En cuanto a las negociaciones de adhesión a la UE, Polonia fue uno de los países más favorecidos por el reparto de votos acordado el pasado diciembre en la cumbre de Niza, de la que salió colocado cerca de los grandes y con una posición muy parecida a la de España. Con un PIB per cápita cercano a los 4.000 dólares, Polonia es también uno de los candidatos que aspira a recibir más ayudas comunitarias al desarrollo, lo que indirectamente le pone en competencia con España y con la actual demanda del Gobierno de Aznar de mantener el mismo nivel de fondos regionales después de la ampliación. A Varsovia le conviene en cambio la oposición de Madrid a que Alemania imponga una moratoria de siete años para la libre circulación de los trabajadores polacos.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Josep Piqué, que el pasado lunes defendió este tema ante el Consejo informal celebrado en Bruselas, acompaña a los Reyes a Varsovia donde celebrará hoy mismo un encuentro con su homólogo, Wladyslav Bartoszewski.

Esta gira polaca pretende, por otra parte, favorecer una relaciones bilaterales ya importantes y llamadas a ser ampliadas con la próxima integración de Polonia en la UE. El comercio bilateral mueve anualmente más de 200.000 millones de pesetas, con una tasa de cobertura superior al 150% a favor de España. El viaje incluye una visita a un colegio privado de Varsovia que enseña en español y la inauguración de una exposición de pintura española de los años ochenta y noventa.