Cinco años y varias crisis diplomáticas después -como la del pasado verano con Melilla-, el monarca Mohamed VI y don Juan Carlos se han reunido cara a cara en Marruecos. El encuentro ha sido el punto y final de un viaje privado de varios días. Ambos han constatado el «buen momento» de las relaciones bileterales pese a los «últimos malentendidos», según fuentes diplomáticas españolas.
El monarca marroquí ha recibido hoy al Rey de España en su Palacio de Marraquech, situado a unos 15 minutos de la Plaza de Jemaa El Fna, sacudida la semana pasada por un atentado terrorista y hasta donde la prensa marroquí especuló que el jefe de Estado español se acercaría para hacer una ofrenda floral en memoria de las 17 víctimas mortales de la explosión en el Café Argana. Una visita que, sin embargo, no se ha producido hasta el momento.
Ambos monarcas han pasado media hora en la residencia real y han estado reunidos durante hora y media en el Palacio, donde han abordado las relaciones bilaterales entre España y Marruecos y el buen momento por el que pasan, «después de los últimos malentendidos», informan a Efe fuentes diplomáticas españolas.
El Rey, además, ha mostrado su solidaridad con la lucha contra el terrorismo, ha expresado sus condolencias con las víctimas del atentado y ha saludado con simpatía el proceso de reformas impulsado por Mohamed VI en los últimos meses. Ambos monarcas también se han referido, según fuentes de Zarzuela, a la importancia de dar un mayor impulso a las relaciones económicas y comerciales entre Marruecos y España.
Don Juan Carlos ha llegado al Palacio real en uno de los Mercedes del monarca alauí en torno a las cinco de la tarde hora local, donde han sido recibidos con música militar y han paseado por una gran alfombra roja escoltada por la guardia real.
El Rey escoge unos dátiles en su recibimiento. | Efe
Al entrar, han ofrecido al monarca español los tradicionales dátiles y leche -don Juan Carlos bebió la leche, pero rehusó los frutos- y ha saludado a las autoridades presentes en el acto entre las que se encontraban el embajador de España en Marruecos, Alberto Navarro, y los ministros marroquíes de Exteriores, Fassi Fihri e Interior, Taieb Cherqaoui, además de los presidentes de las dos cámaras parlamentarias, Mohamed Cheikh Biadillah y Abdeluahed Radi; el primer ministro, Abbas El Fassi y los jefes de las Fuerzas Armadas Reales.
Al inicio de su encuentro, ambos monarcas han cruzado algunas palabras en español, idioma que Mohamed VI aprendió desde pequeño con su niñera española.
Tras recibirle en el aeródromo de Marraquech el pasado miércoles, Mohammed VI y don Juan Carlos se trasladaron al Palacio de Jnane Lekbir, donde han sido invitados en otros jefes de Estado como el presidente francés, Nicolás Sarkozy, y su mujer, Carla Bruni.
La visita del monarca español se produjo sólo seis días después del atentado de Marraquech y muchos han visto en este gesto una muestra de solidaridad con el golpe asestado al reino alauí con este último ataque así como de la amistad entre los dos países. Poco después de explotar el Argana, el monarca español remitió a Mohamed VI un telegrama de condolencias y mantuvieron una conversación telefónica en la que recibió la invitación para viajar a Marruecos.
Una visita pendiente
El viaje del rey de España al reino alauí estaba previsto ya para el pasado agosto, cuando el monarca español tuvo que intervenir en la crisis diplomática que se generó cuando el reino alauí acusó a los agentes españoles destinados en la frontera de Melilla de maltrato a ciudadanos marroquíes.
Ésta es la primera visita de don Juan Carlos a Marruecos desde el 24 julio de 2006, cuando mantuvo un almuerzo privado en Casablanca con Mohamed VI. Un año y medio antes, en enero de 2005, recorrió Marraquech, Tánger y Tetuán con la reina. Entonces, otorgaron a Mohamed VI y a su esposa, la princesa Lalla Salma, las condecoraciones del collar de la orden de Carlos III y la gran cruz de la orden de Isabel la Católica.
Un mes después doña Sofía regresó en un viaje privado a Tetuán, donde visitó proyectos del la Agencia Española de Cooperación Internacional (Aeci) y participó en una cena presidida por Lalla Salma cuyas invitadas fueron sólo mujeres.
Más tarde, en septiembre de 2009, regresó doña Sofía a Marruecos, donde se le pudo ver paseando por la medina de la ciudad de Fez.
A pesar de que la relación entre ambos monarcas, según fuentes diplomáticas es estrecha y familiar -don Juan Carlos se refiere a Mohamed VI como su «gran amigo y querido hermano»- el monarca marroquí condenó la visita «lamentable» de los Reyes de España a Ceuta y Melilla en noviembre de 2007 por «atacar los sentimientos patrióticos sólidamente arraigados entre todos los componentes y sensibilidades del pueblo marroquí». No en vano, ambas ciudades españolas son denominadas en Marruecos como «los dos presidios ocupados (por España)».
La visita a Marraquech del monarca español se ha producido en una época de cambios en Marruecos, propiciados por las manifestaciones del movimiento opositor al sistema del 20 de Febrero, que reclama más democracia, una monarquía parlamentaria y frenar la corrupción en el país.
Como respuesta el 9 de marzo, el monarca Mohamed VI pronunció un discurso en el que se comprometió a reformar la Constitución para dotar de más poderes al primer ministro y al Parlamento, además de trabajar por una justicia independiente. Hace unas semanas, además, Marruecos fue testigo del mayor indulto del reinado del sucesor de Hassan II, cuando se beneficiaron de una gracia real más de 190 reos, la mayoría islamistas