Qatar, un paraíso empresarial en Oriente Próximo
TEXTO: ALMUDENA MARTÍNEZ-FORNÉS ENVIADA ESPECIAL Actualizado: 23/10/2003 23:54h Guardar Enviar noticia por correo electrónico Tu nombre * Tu correo electrónico * Su correo electrónico *
Los Reyes regresaron anoche de Doha, tras finalizar una breve visita de Estado a este rico emirato árabe. El objetivo, impulsar las relaciones económicas con este país, con una renta per cápita de 29.000 dólares, reservas de gas natural para 250 años y al que le queda mucho por construir
DOHA. El Qatar que visitaron ayer Sus Majestades los Reyes no tiene nada que ver con el que conocieron en su primera visita de Estado, en 1980. En aquellos años era otra generación la que gobernaba y eran mucho más reducidas sus esperanzas de progreso. Aunque ya llevaban tres décadas explotando sus limitados pozos de petróleo, esta desértica península habitada por beduinos aún recordaba a la de los tiempos en los que su principal riqueza eran las perlas.
Y es que hasta hace unos tres años no han sabido en este Emirato que su subsuelo esconde reservas de gas natural suficientes para al menos 250 años más.
Este dato ha dado un vuelco total a la economía de Qatar, cuya renta per cápita -la mayor de la región y quizá del mundo- se ha disparado a 29.000 dólares y aspira a llegar a los 50.000 en 2010.
Un lugar para España
El caso es que en este Emirato árabe de 600.000 habitantes queda todo por hacer y las empresas españolas podrían jugar un papel importante, tal y como advirtió el ministro de Economía, Rodrigo Rato, tras su visita a finales de 2001. Según afirmó ayer el consejero económico y comercial de la representación española, José Luis Pérez Sánchez, «Qatar es una burbuja de solidez en Oriente Medio y aquí no hay riesgos». De hecho, son tan buenas las relaciones entre el Emirato y Estados Unidos que se comenta la posibilidad de suprimir su Ejército, pues ya hay quien se ocupa de su defensa. El consejero lamenta que con todo lo que se está construyendo en Doha no haya ni una constructora española, algo que se repite en el sector del turismo.
El objetivo de la visita de Don Juan Carlos y Doña Sofía ha sido precisamente potenciar las relaciones económicas entre las dos naciones y de ello estuvieron hablando ayer el Rey y el Emir Hamad bin Jalifa Al Thani. De momento, España hará un estudio de mercado para conocer las oportunidades de negocio en el Emirato. Nuestro país también ofreció su apoyo en las próximas negociaciones del acuerdo de asociación del Consejo de Cooperación del Golfo, del que forma parte Qatar, con la UE. Además, España abrirá en breve una Embajada en Doha, la capital qatarí, para dar facilidades a las empresas de nuestro país. Aunque todavía no ha sido nombrado, el embajador será Rafael Matos, hasta ahora en Haití.
Políticamente, Qatar se presenta ahora como un modelo de avance hacia la democracia en el Golfo. Descendiente de las tribus nómadas que se instalaron en la península en el siglo XVIII, el Emir Jamad bin Jalifa llegó al poder tras derrocar sin violencia a su padre en 1995, quien, a su vez, derrocó a su tío Ahman, en 1972. Formado en Sandhurst (Inglaterra), igual que su padre y su hijo Tamim, el heredero, Jamad bin Jalifa dotó a su pueblo de una Constitución, votada el pasado mes de abril en referéndum. Aunque ésta no prevé la creación de partidos políticos, sí establece la elección de una Asamblea Consultiva de 45 miembros, quince nombrados por el Emir.
Por el camino del lujo
El dinero se palpa en las calles y en los vehículos que circulan por Doha, donde los grandes y modernos rascacielos están empezando a sustituir a las pobres construcciones de antaño. Hay varios hoteles de gran lujo, un centro comercial donde se venden las marcas de los mejores diseñadores y un Club de Golf, aunque parezca disparatado por tratarse de un país desértico. El litro de gasolina cuesta 0,15¤, mucho menos que el agua, que tienen que extraer del mar y desalinizar, y su población, mayoritariamente musulmana, conserva sus costumbres tradicionales sin rechazar las occidentales. La mayoría de los hombres visten la larga camisa blanca llamada «dichdacha» y llevan la cabeza cubierta, y las mujeres se cubren con la «abaya». En algunas zonas del aeropuerto hay salas de espera separadas para hombres y mujeres, pero en las playas de los hoteles ya se pueden observar micro-biquinis.
Y si Qatar admira por algo a España es por el equipo de fútbol del Real Madrid.