Cuando en Letonia alguien encienda la luz o ponga la calefacción tiene muchas posibilidades de que, sin saberlo, esté dando sentido al trabajo de varias decenas de ingenieros vascos. El Rey Juan Carlos inauguró ayer la central de ciclo combinado construida por Iberdrola Ingeniería en Riga, la capital del país báltico y, según explicó el presidente de la eléctrica vasca, Ignacio Sánchez Galán, la planta «se sitúa a la vanguardia tecnológica, cubrirá el 20% de todas las necesidades del país y contribuirá a su independencia energética».

La instalación, a cuya inauguración también acudió el presidente de Letonia, Valdis Zatlers, y el ministro de Economía, Artis Kampars, conjuga varios elementos que la hacen especial. En primer lugar, ha sido diseñada en su totalidad por Iberdrola Ingeniería y Construcción en su sede central de Erandio -donde trabaja una plantilla de 300 personas-. Además, se trata de la primera planta de estas características y dimensiones (420 megavatios de potencia) que desarrolla la filial del grupo Iberdrola para ser explotada por terceros en el extranjero -en este caso, por la empresa estatal Latvenergo-.

Y, en resumen, es una central «muy particular», explica el director técnico de la ingeniería, Juan Martín Aguirre, desde su sede vizcaína. Se refiere a que su eficiencia eléctrica no sólo es superior al 57% sino que, además, el calor residual es utilizado para hacen funcionar los sistemas de calefacción del sur de Riga, donde viven más de 700.000 personas, casi una tercera parte de los habitantes del país. Así, su eficiencia total se sitúa en el 88%. También es cierto que pronto dejará de ser la única de estas características porque la filial de la eléctrica está diseñando otra de similares características en Rusia.

300 millones de euros

El contrato firmado hace dos años con Latvenergo por un importe de 300 millones de euros no sólo contemplaba la construcción, sino también el mantenimiento durante doce años, del que se encargará Iberdrola Generación. Fuentes de la empresa recuerdan que aquel contrato se convirtió en el más importante de esas características logrado por una empresa española para Europa del Este hasta aquella fecha.

Sánchez Galán se felicitó porque Iberdrola Ingeniería y Construcción «se ha consolidado como una de las líderes del mundo en el ámbito energético y se ha convertido en la base tecnológica del grupo». Ya cuenta con 2.500 trabajadores en todo el planeta y tiene presencia en 25 países. Tras dejar de ser una sociedad al servicio de Iberdrola, hoy en día el 80% de sus ventas se realiza a empresas ajenas a la firma.

Esa pujanza en la estrategia de internacionalización tuvo ayer reflejo en la consecución de otro contrato. La ingeniería se adjudicó la construcción de una central de ciclo combinado en Lituania por 330 millones de euros. La instalación, cuya potencia será de 440 megavatios y estará ubicada a cuarenta kilómetros de Vilnius, la capital del país báltico, entrará en funcionamiento en la segunda mitad del año 2012.